16 Preguntas a Franco Livi. La web del Tennis

“Admiro a los rivales que entienden que unas veces se gana y otras se aprende”

Franco Livi, deportista, técnico y entrenador nacido en Italia y formado en Argentina, que ejerce de sparring de jugadores muy destacados en grandes torneos. Es entrenador del Club Internacional de Tenis de Majadahonda, donde trabaja el área mental de los integrantes de la escuela de competición, y donde también ejerce en organización de actividades y eventos. Posee el certificado Global Professional Tennis Coach Association de ATP World Tour. También está acreditado como juez de línea y silla por la RFET. Ha realizado un máster de Alto Rendimiento y Coaching Deportivo, Curso de Tenis Adaptado y ha sido corresponsable de desarrollo del programa WTC (World Tennis Clinic) y en centros de alto rendimiento en Japón. Ha organizado y gestionado los campamentos de verano de tenis en Pennsylvania (Estados Unidos) entre 2012 y 2014, contribuyendo a la participación de españoles en torneos USA. Dirige el proyecto ‘Edu-deporte’ en Nicaragua, cuyo principal objetivo es inculcar los valores educativos a través del deporte en un país en vías de desarrollo.

¿Cuándo, dónde y por qué empezaste a jugar al tenis?

“Empecé a recibir clases de tenis con unos 6 años en Bariloche (Argentina), pero realmente creo que juego al tenis desde antes de nacer, ya que cuando yo estaba en la panza de mi madre, mis padres vivían en Italia (donde nací) y se dedicaban al mundo del tenis, y desde que nací siempre pasé horas y horas en el club con ellos”.

¿Qué te gusta recordar y transmitir de tus inicios?

“Me gusta recordar una infancia sin tanta televisión, teléfono ni tablets, donde la interacción con mis amigos era a través de palabras y gestos y no a través de pantallas. Recuerdo que nos juntábamos un grupo de amigos en el club, si había cancha de tenis libre jugábamos al tenis, si estaba libre la de fútbol jugábamos al fútbol, y si lo que había libre era la cancha de pádel o cualquier rincón, lo aprovechábamos para crear juegos nuevos en la que combinábamos un poco de cada deporte. Tuve la suerte de pasar mi infancia haciendo vida de club, que siento que es la mejor infancia que pude tener”.

¿Cómo crees que debe ser el camino de un niño-a desde la escuela del club a la más alta competición?

“Lo más importante, es que el niño-a vaya a jugar al tenis por la satisfacción que le resulte la práctica de la actividad, y no obligado por sus padres. El jugador/jugadora se tiene que divertir, es la base de todo. Una vez que el deportista empieza a destacar creo que es un fundamental no quemar etapas, no volvernos locos. No crear altas expectativas”.

¿Cómo empezaste a ejercer de sparring y desde cuándo lo haces?

“Empecé a hacer de sparring en el masters de Madrid, si no me equivoco en 2013, y a partir de ahí me fueron surgiendo otras oportunidades”.

¿Con qué jugadores te ha tocado actuar más recientemente y por qué? ¿En qué torneos?

“Rafael Nadal, Novak Djokovic, Alexandre Zverev, Diego Schwartzman, Pablo Carreño, Simona Halep, Garbiñe Muguruza, Carla Suarez… entre otros; generalmente porque juegan contra rivales zurdos, o porque ya jugué con ellos anteriormente y piden repetir. En el último año, hice torneos de la gira de tierra batida: Mutua Madrid Open y Roland Garros”.

¿A qué jugadores te ha tocado ‘imitar’ más veces en los últimos tiempos, para emular el golpeo de un zurdo?

“En el circuito masculino, Rafael Nadal; ya que es el tenista zurdo que más lejos suele llegar. En el femenino, Safarova, Kerber”.

¿Qué tienes que aportar tu y qué te aporta a ti entrenar con tenistas de élite en grandes torneos?

“Yo tengo que aportar mi granito de arena rindiendo en los entrenamientos y calentamientos, adaptando mi juego al tipo de golpes, efectos y ejercicios que quieran entrenar, para que ellos afronten sus partidos con el mejor feeling posible. Me limito a hacer lo que sus entrenadores me piden. Me aporta innumerables cosas: aprendizaje, conocimiento, resilencia, y jugar con los mejores jugadores en los mejores estadios. Me siento un verdadero privilegiado y puedo decir que cumplí varios de mis sueños”.

¿El tenis es un deporte clásico o admite variables para ganar como espectáculo?

“El tenis siempre fue un deporte clásico, pero al igual que de varias décadas a hoy hubo cambios, en el futuro también los habrá, sin ir más lejos ya podemos ver en torneos ‘Next Gen’ o  de otras categorías cómo se intenta introducir nuevas reglas”.

¿Qué admiras o valoras más de un rival en pista?

“Que un deporte tan individual (aunque requiera un gran trabajo en equipo) como es el tenis, puedes estar ‘matándote’ para ganar al rival, pero cuando el partido acaba, siempre lo hace con los dos rivales estrechándose la mano, y posteriormente al árbitro. Admiro a los rivales que entienden que unas veces se gana y otras se aprende”.

¿Puedes ordenar fuerza física, fuerza mental y calidad técnica?

“Es una muy buena pregunta. Creo que en las etapas formativas, sin duda, el trabajo técnico es el más importante. Pero en alta competición, creo que la parte mental es la más importante. Por lo que en alto rendimiento me quedo primero con la fuerza mental, luego la física y luego la técnica”.

¿Cuáles son las condiciones que ha de reunir un jugador-a actual para estar hoy en lo más alto?

“Un jugador actual creo que tiene que estar bien trabajado en 4 áreas: técnica, táctica, física y mental, sumado a un buen entorno. Entrando en detalles, considero que el tenis se está convirtiendo en un deporte más físico, en los que los miembros interiores de un tenista deben estar muy entrenados, no en base a tener una velocidad máxima, sino al tiempo de reacción y los cambios súbitos de orientación. El área mental lo considero fundamental, ya que creo que es el área que hace la diferencia entre los buenos y los muy buenos. También considero fundamental en el tenis moderno ser capaz de conseguir ganar puntos gratis en el servicio, y a poder generar winners de derecha. En lo táctico, tener poder de adaptación, ya que una semana estás jugando Roland Garros en tierra batida, y unos días después empieza la gira de hierba”.

¿Cuál es tu superficie favorita?

“Tierra batida, sin lugar a dudas”.

¿Tu golpe favorito de ver (¿de quién)? ¿Y tu golpe favorito de ejecutar?

“Creo que a toda persona que le guste el tenis se le cae la baba con cualquier golpe de Roger (Federer); en mi caso, siempre me fijé mucho en los golpes de Novak Djokovic. De pequeño, siempre fue el revés pero con el paso del tiempo la derecha cruzada”.

¿Con qué jugador de la historia te hubiera gustado echar un buen peloteo? ¿Por qué?

“Con Fernando Verdasco. Siempre me pareció un jugador con un tenis brutal, y al ser zurdo siempre me fijé mucho en él”.

¿Cómo es tu labor en el proyecto Edu-deporte de Nicaragua? ¿Qué aportas y qué te aporta?

“En cuanto al voluntariado de Nicaragua, yo intento aportar mi granito de arena, el medio que utilizo para conectar con las personas es a través del deporte, realizando diferentes dinámicas y actividades para poder trabajar sobre problemas muy latentes como la igualdad, equidad, violencia de género; así como  fomentar las habilidades sociales, fuerza de voluntad, capacidad de toma de decisiones, etcétera”.

Sin lugar a dudas, ellos me aportan a mi muchas más cosas de las que les aporto yo a ellos. Aprendes a valorar los pequeños detalles, aprendes o te das cuenta de que muchas de las ‘preocupaciones’ que solemos tener no son tan grandes como pensábamos. Aprendes de personas diferentes, se conoce mucha gente de diversos ambientes y entornos, la mente se abre a nuevos puntos de vista, que quizás antes no habías contemplado, aprendes a no guiarte por la primera impresión y a no juzgar a nadie sin conocerlo previamente”.

¿Cuáles son tus ilusiones, personal y deportiva, de futuro?

“A nivel personal, seguir teniendo ilusión por vivir la vida. Disfrutar cada momento. Suena a tópico, pero realmente creo que es la clave para ser feliz. A nivel deportivo o profesional, seguir trabajando ligado al mundo del deporte, ya que es el mundo en el que me crié, el mundo que disfruto y el mundo en el que quiero seguir pasando mis horas de trabajo y ocio. Siendo consciente de lo difícil que está el mundo hoy en día, me considero un afortunado de poder trabajar en lo que me gusta y disfruto”.